2001: Una Odisea del Espacio ~ Stanley Kubrick

LA MAYOR ODISEA JAMAS CONTADA EN CINE
¿Qué podría yo decir de esta película que no se haya dicho ya?

Al menos alguna que otra curiosidad para los que estéis interesados.

Considerada de forma unánime por la crítica y el público, que ha tenido la suerte de poder verla, como la mejor película del maestro Stanley Kubrik, yo me atrevería a decir que es el pilar fundamental de la ciencia-ficción. De la cual manan obras tan punteras como La Guerra de Las Galaxias, Alien el Octavo Pasajero o Blade Runner aún hoy vigentes.

Ante todo debemos tener en cuenta que nos hallamos frente a la figura más curiosa en lo que a directores se refiere, en el mundo del cine. Kubrik fue capaz de tener en su bolsillo a una gran compañía como la Warner, y realizar en todo momento y con absoluta libertad, el cine que quiso. Por otra parte Kubrik es uno de esos seres dotados con una inteligencia extraordinaria y atormentado continuamente por su sentido de la perfección.

Todo esto ocasionó que cuando Kubrick comenzó a gestar el guión de esta obra se vio asaltado por una increíble cantidad de dudas, variantes y enfoques distintos. De modo que después de muchos años de pensar y rodar, poquito a poco, a su manera. Kubrick se encontró con seis horas de material grabado. Durante el arduo proceso de montaje, mucho se quedo atrás para dar lugar a una obra completa y coral, donde todas sus partes se interrelacionan como en el poema sinfónico de Igor Stravinsky, Also Sprach Zarathustra.

Comencemos por el principio: La novela, obra de Arthur C. Clarke. En esta obra Clarke desarrolla una odisea al más puro estilo homérico y con un marcado carácter literario. Aparte de evocar en nuestra mente imágenes insólitas, no consigue transportarnos a esos mundos que describe, como por ejemplo sí lo consigue Tolkien en El Señor de los Anillos, algo que Kubrick lograría a la perfección en la obra cinematográfica: en 2001, el autor nos muestra un universo a través de las imágenes, el dialogo es prácticamente inexistente, y por otra parte innecesario, aunque cuando un personaje habla, su intervención nunca es baladí desvelándonos detalles acerca de la misteriosa condición humana. Toda expresión está en su sitio ayudando y aportando a la trama detalles absolutamente relevantes. Pongamos por ejemplo las conversaciones con HAL (anagrama de IBM, si le sumamos a cada letra una en el alfabeto occidental), son una perfecta reflexión de lo que es ha sido y será el ansia humana por la supervivencia. HAL representa nuestra condición más social, la curiosidad del ser humano, la razón y la búsqueda por excelencia. La cual queda allí aparcada en el espacio exterior. Siéndo el último tripulante el representativo de ese instinto animal que nos empuja a una absurda perpetuación de la especie por que sí, sin más. Encontramos, de este modo, claras analogías entre este individuo y los primates del inicio de la cinta.

Por otra parte respecto a esa gran incógnita que encierra la película, el monolito, y de la cual se ha debatido ya tanto, yo quisiera contaros mi teoría personal, contrastada con la obra.

Remitámonos al comienzo de la cinta, antes de que el primate descubra el uso belicoso de un simple hueso, podemos observar un plano lleno de cadáveres de tapir. En el centro de la imagen observamos un craneo de Sapiens sapiens, algo no muy lógico ¿verdad?. La explicación se encuentra en el tema principal de la película: el eterno retorno. En cuanto al monolito... lo explicaremos el 14 de enero.